Para formar las diferentes
sustancias, las moléculas, átomos o iones, experimentan fuerzas de atracción que
en adelante llamaremos fuerza de cohesión; y otras que tienden a separar estos
componentes a las cuales llamaremos fuerzas de repulsión, y que dependen de la
energía cinética de esas partículas. El
equilibrio entre estas fuerzas, determina su estado de agregación. Cuando un
sistema material cambia de estado de agregación, la masa permanece constante,
pero el volumen cambia. Modificando sus condiciones de temperatura o presión,
pueden obtenerse distintos estados o fases.
Seguramente ya habías escuchado sobre
los tres estados o formas de agregación de la materia: sólido, líquido y
gaseoso. Sin embargo, existe un cuarto estado denominado plasma y un quinto
estado, conocido como Condensado de Bose-Einstein.
En la superficie terrestre, solo
algunas sustancias pueden hallarse de modo natural en los tres estados, tal es
el caso del agua. La mayoría de sustancias se presentan en un estado concreto.
Así, los metales o las sustancias que constituyen los minerales se encuentran
en estado sólido, el oxígeno y otros componentes de la atmosfera se hallan en
estado gaseoso.
Los sólidos: En los sólidos, las
partículas están unidas por fuerzas de atracción muy grandes, por lo que se
mantienen fijas en su lugar; solo vibran unas al lado de otras.
Las Propiedades de las sustancias en
estado sólido son:
Tienen forma y volumen constantes. Se
caracterizan por la rigidez y regularidad de sus estructuras. No se pueden comprimir, pues no es posible
reducir su volumen presionándolos. Se dilatan: aumentan su volumen cuando se
calientan y se contraen: disminuyen su volumen cuando se enfrían.
Los líquidos: las partículas están
unidas, pero las fuerzas de atracción son más débiles que en los sólidos, de
modo que las partículas se mueven y chocan entre sí, vibrando y deslizándose
unas sobre otras.
Propiedades: Tienen volumen definido,
pero la forma depende del recipiente que lo contenga. La variabilidad de forma
y el presentar unas propiedades muy específicas son características de los
líquidos. Fluyen o se escurren con mucha facilidad si no están contenidos en un
recipiente; por eso, al igual que a los gases, se los denomina fluidos. Se
dilatan y contraen como los sólidos.
Los gases: En los gases, las fuerzas
de atracción son casi inexistentes, por lo que las partículas están muy
separadas unas de otras y debido a la elevada energía cinética sus partículas se
mueven rápidamente y en cualquier dirección, trasladándose incluso a largas
distancias.
Propiedades: No tienen forma ni
volumen definido. En ellos es muy
característica la gran variación de volumen que experimentan al cambiar las
condiciones de temperatura y presión.
Las sustancias en estado gaseoso ocupan
todo el espacio dentro del recipiente que lo contiene. Se pueden comprimir con
facilidad, reduciendo su volumen. Se difunden y tienden a mezclarse con otras
sustancias gaseosas, líquidas e, incluso, sólidas. Se dilatan y contraen como los sólidos y
líquidos.
PLASMA. El estado plasma es la forma en la que se
presentan los gases contenidos en el interior de las luces de neón, los tubos
fluorescentes y, por supuesto, las pantallas de plasma. También es el estado
que caracteriza a las auroras boreales, y en las descargas eléctricas durante
una tormenta que se conocen como rayos. De hecho, se estima que el 99% de la
materia del universo observable es plasma.
Un plasma es un gas ionizado a alta temperatura, formado por cationes
(moléculas o átomos con carga positiva) y electrones libres (con carga
negativa), entre los que se dan importantes fuerzas electrostáticas. Aunque en su
conjunto la carga eléctrica total sea nula, en su interior las partículas
tienen carga. Esto hace que, a diferencia de los gases, los plasmas sean
conductores de la electricidad y puedan ser confinados en campos magnéticos.
CONDENSADO BOSE-EINSTEIN. En 1924 Satyendra Bose y Albert Einstein predijeron la existencia de un nuevo estado de la materia al aplicar la estadística a la mecánica cuántica. Según ambos físicos, cuando la materia se enfría a temperaturas apenas por encima del cero absoluto, en algunos casos las partículas que la constituyen caen todas al mismo nivel de energía. Esa situación vulnera los principios de la física cuántica: las partículas se vuelven indistinguibles unas de otras y pasan a formar un “superátomo”. Pero no fue hasta 1995 que Cornell, Wieman y Ketterle consiguieron producir un condensado de Bose-Einstein gracias al empleo de los nuevos y más potentes láseres y electroimanes. Desde entonces, se ha comprobado que este estado se caracteriza por presentar superfluidez y superconductividad. Y también porque es capaz de ralentizar la velocidad de la luz, que lo atraviesa hasta velocidades de apenas unos metros por segundo. En 2018 un laboratorio denominado Cold Atom Lab en la Estación Espacial Internacional, logró producir condensados de Bose-Einstein, como gas de bosones utilizado átomos de rubidio.
PLASMA DE QUARK-GLUONES (QGP). Es el estado en el que (se asume) se encontraba toda la materia del universo justo una millonésima de segundo después del Big Bang y justo antes de comenzar a enfriarse y cambiar a otros estados menos energéticos. En ese instante —caracterizado por una temperatura y energía extremas—, toda la materia se encontraría como una densa sopa de partículas fundamentales: quarks y gluones, desplazándose a velocidades próximas a las de la luz. Así, las fuerzas atractivas entre ellos son tan débiles que permiten a unos y a otros mantener su individualidad y desplazarse libremente. Las primeras evidencias de la existencia del estado QGP se alcanzaron en 2003 y fueron confirmadas en 2005 en los aceleradores del CERN. Allí se constató que el Plasma de quark-gluones no se comportaba como un gas ideal (tal y como se presumía) sino más bien como un superfluido, con una viscosidad mínima. Hasta el momento, el QGP solo se obtiene en instalaciones muy concretas y durante un tiempo muy limitado, y aún se están estudiando sus aplicaciones.
HIELO SUPERIÓNICO. El agua como principio y fin. El agua es la única sustancia presente en la naturaleza en los tres estados clásicos. Y es también la sustancia en la que se ha descubierto, a principios de 2018, una nueva forma o estado de ordenación: el hielo superiónico. Para ello se sometieron cristales de hielo a una presión 2 millones de veces superior a la presión atmosférica y a una temperatura cercana a los 5.000 ºC. Esa enorme presión fuerza al hielo a adoptar un empaquetamiento muy compacto. Pero, al mismo tiempo, la elevada temperatura derrite los enlaces de la molécula de agua. El resultado es que en el hielo superiónico conviven dos fases: una líquida y una sólida. Los átomos de oxígeno adoptan una estructura cristalina, a través de la cual fluyen núcleos de hidrógeno. Se cree que el hielo superiónico puede existir en grandes cantidades en planetas gigantes gaseosos y helados como Urano o Neptuno, en cuyo interior sí se dan las condiciones apropiadas para su formación. De confirmarse que otras sustancias sometidas a condiciones similares también adoptan esta ordenación, estaríamos ante un nuevo estado de la materia.
LÍQUIDO CUÁNTICO DE ESPINES
El físico y ganador del Nobel Philip
Warren Anderson fue el primero en predecir la existencia del líquido cuántico
de espines en la década de 1970. Pero no fue hasta 2016 que se demostró su
existencia real. Lo curioso es que, bajo determinadas condiciones de presión y
temperatura, algunos minerales presentan regiones en este estado. Entre ellos,
la herbertsmithita o anarakita. En la mayoría de los materiales (y en
los estados de la materia) los espines de los electrones se alinean entre sí.
Sin embargo, en el estado líquido cuántico de espines, los espines de los
electrones nunca llegan a alinearse, sino que se mantienen en una constante
fluctuación incluso a temperaturas cercanas al cero absoluto, mientras que en
los restantes estados de la materia, el espín se congela a esa temperatura. El estado líquido cuántico de espines le
confiere a la materia unas características magnéticas singulares, cuya
aplicación se está investigando.
ESTADO DEGENERADO. Bajo presiones extremas, como las que se dan en el núcleo de algunas estrellas, las partículas son comprimidas en un espacio mínimo. Dado que dos partículas no pueden ocupar el mismo espacio en el mismo momento, esto provoca que los átomos degeneren y pierdan su estructura: los electrones se salen de sus órbitas y comienzan a moverse a velocidades cada vez más cercanas a la de la luz, para ejercer una fuerza expansiva que compense la presión externa. Si ésta sigue aumentando y supera el denominado límite de Chandrasekar, entonces la presión externa se hace insostenible y los núcleos atómicos también degeneran, pierden su estructura, colapsando en una acumulación de neutrones y protones.
Primera actividad: Mi producción de helados.
Elemento |
Compuesto |
||
Nitrógeno |
N2 |
Metano |
|
Hidrogeno |
|
Dióxido de carbono |
|
Oxigeno |
|
Amoniaco |
|
Ozono |
|
Dióxido de azufre |
|
Cloro |
|
Cianuro de hidrogeno |
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