jueves, 4 de noviembre de 2021

Presentación

 












Pregunta009

 La imagen que representa una relación biótica de depredación es





Pregunta008

 Un caso contrario a las relaciones familiares parentales monogámicas, es:







Pregunta007

Caballito de mar 

Estos organismos al llegar a la madurez sexual, se unen a la pareja. Cuando uno muere, el otro suele permanecer a su lado hasta que muere de hambre. Como Romeo y Julieta, mueren literalmente de amor.



Familiar parental monogámica






Pregunta006

 El cangrejo ermitaño, es un caso especial de crustáceo, ya que carece de exoesqueleto, para evitar se presa fácil de los depredadores, el utiliza el caparazón de otros animales como el caracol. Este tipo de relación se conoce como


Inquilinismo




Pregunta 005

 

Los rebaños de elefantes son liderados por hembras a las que les siguen sus hijas y crías de las mismas, se sabe que los machos al llegar a la maduración reproductiva, abandonan la manada. Este tipo de relación corresponde a


Familiares





Pregunta004

 Abejas y hormigas, forman entre ellas, grandes agrupaciones, en las cuales la característica principal es los roles que cumplen los organismos de acuerdo a su estatus. Estas relaciones intraespecíficas por colaboración se denominan


Sociales






Pregunta003

 

Las aves de rapiña como el halcón, se alimentan de roedores y reptiles, con lo cual conservan el equilibrio ecológico de estas especies. Este tipo de relación corresponde a



Interespecífica depredación






Pregunta002

 Las garrapatas se alimentan de los fluidos de animales, incluido los seres humanos. Este tipo de relación es un ejemplo de:


Interespecífica tipo parasitismo






Pregunta 001

En las relaciones bióticas interespecíficas, del tipo relación simbiótica ambos organismos se benefician. Un ejemplo característico lo constituyen:


Los líquenes en los que algas se asocian con hongos







¿Qué son los líquenes?

Los líquenes son organismos capaces de colonizar casi todos los ecosistemas que se conocen ya tienen una capacidad de adaptación muy alta. Se pueden encontrar líquenes en desiertos, bosques que han sufrido un incendio, en zonas polares, entre otros ecosistemas. Lo que demuestra su gran capacidad para sobrevivir a condiciones meteorológicas extremas. Esto refleja una de las ventajas que llevan a estos dos organismos a unirse formando los líquenes. Y es que los hongos o los componentes vegetales, por si solos, nunca podría haber llegado a esos sitios sin el aporte de la otra parte de la simbiosis.

En esta asociación simbiótica, el alga o la cianobacteria aporta los nutrientes, principalmente hidratos de carbono y compuestos del nitrógeno. Por su parte, el hongo aporta la capacidad de adherirse al sustrato y protección, además de sales y aguas de minerales que obtiene del sustrato. Simplificando, una parte pone el habitáculo y la otra parte el alimento. Un plan perfecto.

Un tercer miembro: un descubrimiento reciente

Estudios recientes han comprobado que puede existir un tercer miembro en esta simbiosis. Esto significa que al micobionte (hongo) y al fotobionte (alga) se suma un tercer agente esencial para su formación: una levadura. Se ha conseguido comprobar que esta levadura está presente en un montón de especies distintas de líquenes.

Hasta ahora esto no se conoce y puede darnos la explicación de por qué los líquenes no se podían generar en un laboratorio tomando únicamente un micobionte y un fotobionte. Faltaba la tercera y fundamental parte de este organismo.

Esta levadura que es un hongo unicelular, diferente al micobionte, se esconde en cápsulas de multisacáridos que le han permitido permanecer oculta hasta su descubrimiento en el año 2016. Y aunque no se conoce muy bien cuál es la contribución de la levadura a esta simbiosis tan compleja, se piensa que quizás sean las encargadas de segregar ciertas moléculas que sirven para generar la estructura y la protección del liquen. Pero esto de momento es solo una hipótesis.

¿Cómo pueden ayudar los líquenes a los seres humanos?

Los líquenes nos pueden ayudar a conocer mejor las condiciones en las que se encuentra nuestro entorno, ya que funcionan como un bioindicador. Es decir, son un medidor natural de las condiciones atmosféricas y la contaminación.

Porque, además de ser capaces de adaptarse a cualquier ambiente, los líquenes tienen un punto débil. Y es que son muy sensibles a muchos contaminantes como el dióxido de azufre, el amoniaco, materiales radiactivos o ciertos fenómenos como la lluvia ácida… Que les afectan negativamente, porque para ellos el agua y el aire son muy importantes.

Ante la adversidad, los líquenes reacción de una forma muy característica. Y es que son capaces de reducir tanto la cantidad de elementos de su superficie expuestos como su capacidad para realizar la fotosíntesis o también su capacidad reproductiva. Además de ello, al utilizar el aire como principal fuente de nutrientes, lo que hacen es absorber los contaminantes pudiéndose medir su presencia en el ambiente.

Por lo que, en general, cuantos más líquenes encuentres en un sitio más limpio estará el aire y el agua de ese sitio. De hecho, una cosa muy interesante que se ha descubierto, es que aquellos lugares en los que ha habido una reducción de los niveles de contaminación ha habido una recolonización progresiva de los líquenes. Por lo que queda muy claro el gran poder de los líquenes para facilitarnos esa información.

Además de indicar los niveles de contaminación, los líquenes se pueden utilizar como bioindicadores para otros aspectos importantes como el cambio climático, la contaminación acuática o las perturbaciones forestales… por lo que, como afirma WillDiv, se puede llegar a concluir que los líquenes son una de las simbiosis más poderosas de la naturaleza.