POLARIZACIÓN. Hay que tener en cuenta que la luz es un tipo de
onda transversal. la capacidad de orientar en un mismo plano la vibración y la
propagación, es lo que se conoce como polarización, se aplica en pantallas
planas de televisión; todas las pantallas LCD o de cristal líquido llevan en su
interior un filtro polarizador, de forma que siempre emiten luz polarizada, el
reflejo de las gafas para sol, y la formación de las imágenes 3D, son solo
algunas de la aplicaciones de la tecnología luz polarizada.
La luz blanca o visible puede
descomponerse en luces monocromáticas, siempre que atraviese algún obstáculo
que obligue a las diferentes ondas que constituyen la luz blanca a viajar a
velocidades diferentes, por ejemplo, un prisma transparente. El resultado es
el arco iris o espectro visible de la luz blanca. La descomposición de la luz blanca en los
diferentes colores que la componen, data del siglo XVIII. Su estudio y análisis
de debe al físico, astrónomo y matemático Isaac Newton. La luz blanca se
descompone en estos colores principales: Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Azul, Violeta.
Mapa conceptual de la óptica
El sentido de la vista. En los órganos de la visión, los ojos, encontramos medios transparentes y membranas posteriores, Cada una de sus partes, estructura, se resumen en el siguiente esquema
Para el cuaderno: Leer la información del blog y Resumir los temas , elaborar los gráficos de los sentidos y realizar los mapas conceptuales.
Para ClassRoom: Desarrolle el crucigrama sobre los temas del blog.
LECTURAS OPCIONALES
PSICOLOGÍA DEL COLOR. Características de los Colores Cálidos y Fríos
El color está en
todos lados. Nuestra mente se ve atraída por distintos colores todo el tiempo,
y los asocia a diferentes cosas. Hasta un 90% de los juicios hechos sobre
productos están basados solo en el color (dependiendo del producto). Pero,
aunque estemos tan familiarizados con los colores existe un gran nivel de
incertidumbre cuando se trata de usar colores en el arte o diseño. Cuando se trata de diseño web o gráfico, el
color puede ser la elección más importante. La decisión sobre el color correcto
es la base de un diseño lindo, atractivo y continuo. Sin embargo, la elección
del color incorrecto puede destruir un diseño, aún si todo lo demás es
correcto. Una de las formas de empezar es considerando la división entre
colores cálidos y fríos.
Fuente: Programa de diseño de industrial de moda SENA
Los colores de
uno de los lados, que contienen rojo y amarillo, son los cálidos, y en lado
opuesto, el azul y los colores que contienen esa mezcla, son los fríos. Los
colores verde y violeta, puros son neutros y su grado de temperatura depende de
la proporción en que se les adicione rojo, amarillo o azul.
Los colores
cálidos (amarillos y rojos) tienen un efecto estimulante y dan la impresión de
que avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca
sensación de cercanía. Son colores vitales, alegres y activos. Por el
contrario, los colores fríos (azules, verdes y violetas) producen una acción
relajante y un efecto de retroceso, alejamiento, generando sensación de
distanciamiento. Producen una impresión de reposo y calma, y utilizados solos
pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza.
En habitaciones
grandes los colores cálidos y oscuros ayudan a disminuir visualmente el
espacio. En un esquema de líneas predominantemente horizontales, los colores
cálidos sirven para aumentar aparentemente el tamaño de los muebles y elevar
los techos.
Los colores fríos
y los tonos claros nos permiten agrandar el lugar. Un pasillo estrecho, por
ejemplo, adquiere aspecto de mayor anchura si está pintado con un color frío.
Cálidos
Rojo: El rojo
puro es el color más vital, asociado a la acción intensa y excitante. Usado
puro puede resultar un tanto violento, por eso debe ser usado con moderación,
en detalles o pequeñas áreas. De toda la gama de rojos -bordó, bermellón,
magenta, etc.-, se puede decir lo mismo. El rojo rebajado con blanco, en tonos
más pasteles, puede en cambio producir confort y calidez. El rojo es un color
vital y excitante El uso del color rojo en paredes produce la impresión de que
el color avanza hacia el observador
Naranja: El
naranja puro es también un color asociado con la vitalidad, pues comprende
mezcla de rojo y amarillo. Tan excitante como el rojo, también debe usarse con moderación
y respeto, evitando los grandes espacios. Siempre es mucho mejor utilizar
combinaciones de naranja menos fuertes, salmón, etc. El color naranja está asociado con la
vitalidad
Amarillo: El
amarillo evoca fuerza y voluntad. Es excitante y tiene su lugar más adecuado en
las habitaciones con poca luz natural. El
amarillo es un color alegre y estimulante, el amarillo favorece la luminosidad
en habitaciones con poca luz natural
Los colores Fríos
Azul: Es el color
más frío de todos. Expresa calma, quietud y reposo. Por su calidad de sedante
es útil para zonas de trabajo y habitaciones. Mezclado con verde o violeta,
reduce su austeridad y frialdad. En habitaciones muy iluminadas no es
conveniente utilizarlo, pues absorbe luz y resta luminosidad. El azul expresa calma, quietud y reposo
Violeta: El
violeta es un color que produce tristeza. Es el color religioso, místico por
excelencia. Es un color indiferente y distante, capaz de evocar la idea de
misterio. Por ser el color de una onda de longitud más corta, expresa silencio
y profundidad triste. Aumentando su proporción de rojo se hace más vital y
activo. Aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Los matices
lila y lavanda son de un marcado perfil femenino. El violeta es un color
indiferente y distante, que requiere de otros colores para realzar su valor
estético Por ser el color de una onda de longitud más corta, el violeta expresa
silencio y profundidad triste
Verde: Por ser un
color mezcla entre azul y amarillo, dos colores de características opuestas,
podríamos decir que es un color equilibrado, que expresa quietud, vegetación,
frescura. El verde puro es un color neutro, que puede hacerse más frío
aumentando la cantidad de azul o más cálido aumentando la participación de
amarillo. Los más estimulantes, por supuesto, son los verdes-amarillos. En el conjunto
es mejor utilizarlo en tonos pastel, y puro sólo para detalles. Los
verdes-amarillos son los más estimulantes El uso del color verde en tonos
pasteles puede ser una alternativa más formal y menos arriesgada
Cuales son tus colores preferidos; en el vestuario, en tu cuarto.
Daltonismo
El daltonismo es la incapacidad para ver algunos colores en la forma
normal. Ocurre cuando hay un problema
con los pigmentos en ciertas células nerviosas del ojo. Estas células se llaman
conos y se encuentran en la capa de tejido sensible a la luz que recubre la parte
posterior del ojo, llamada la retina. Se
evidencia en la dificultad para diferenciar entre el rojo y el verde; o tener
dificultad para ver los colores azul y amarillo. Las personas con daltonismo para los colores
azul y amarillo con frecuencia tienen problemas para identificar también los
colores rojos y verdes.
La forma más grave de daltonismo es la acromatopsia. Se trata de una rara
afección en la cual una persona no puede ver ningún color, solamente sombras de
gris.
La mayoría de los casos de daltonismo se deben a un problema genético. Muy
pocas mujeres son daltónicas y aproximadamente 1 de cada 10 hombres sufren
alguna forma de daltonismo.
El siguiente enlace prueba si somos o no diatónicos a algún tipo de gama de
color
OPCIONAL: En el siguiente enlace encuentras otras pruebas, que las puedes realizar para verificar que tan bien es tu agudeza visual : Tes.Visuales
TENEMOS SOLO CINCO SENTIDOS?
En lo que se refiere a los sentidos, el cerebro no establece compartimentos estancos. Todo se mezcla, oído, vista, tacto, olfato y gusto. Solo hay que fijarse en la historia de Daniel Kish, un estadounidense que nació con retinoblastoma bilateral, un tipo de cáncer de retina. El tumor no remitió y con solo siete meses de edad le extirparon el ojo derecho; a los trece meses hicieron lo mismo con el izquierdo. Se quedó ciego. Pero no se resignó. Desde muy pequeño, Kish empezó a desarrollar una técnica que consiste en chasquear la lengua y detectar por el eco los objetos que tiene a su alrededor. Por eso lo apodan Batman, el Hombre Murciélago, y es capaz de practicar senderismo o ciclismo de montaña como cualquier persona dotada de visión. Aunque lo más asombroso, y lo que interesa especialmente a los neurocientíficos de su caso, es que al escuchar el eco su corteza visual construye imágenes. Su cerebro ve a partir del eco. Ahí es nada. Otra interesante demostración de que el encéfalo no compartimenta los sentidos la encontramos en las ilusiones multisensoriales. Por ejemplo, si ves unos labios pronunciar la sílaba ga y simultáneamente escuchas el sonido ba, tu cerebro oirá da. Lo llaman efecto McGurk, y se produce por una interacción entre la audición y la visión en la percepción del habla: cuando el componente auditivo de un sonido se combina con el componente visual de otro, el cerebro lo interpreta ilusoriamente como un tercer sonido. Es un fenómeno que demuestra que nuestras experiencias perceptivas son producto de un complejo proceso de mezcla. En otros casos son la vista y el tacto los que interactúan para crear, por ejemplo, la ilusión “de la mano de goma”: si ponemos una de estas falsas manos ante nosotros y a la vez nos tapamos un brazo de manera que parezca que la de goma es parte de nuestro cuerpo, si alguien la acaricia, sentiremos que nos están tocando la mano real. O la vista y el gusto: si bebemos un refresco de fresa teñido de color amarillo verdoso, identificamos su sabor con el del limón. Por otro lado, otros animales poseen un sexto sentido envidiable. Las aves, las mariposas monarca, las ballenas y los osos cuentan con una especie de brújula interna con la que detectan el campo magnético terrestre y se orientan sin necesidad de GPS. ¿Por qué no los humanos? Que carezcamos de sentido magnético aún está por ver y es objeto de debate. Joseph Kirschvink, geobiólogo del Instituto Tecnológico de California (Caltech), es uno de los principales investigadores empeñados en confirmarlo o desmentirlo de una vez por todas: “No hay razón para pensar que no existe, pero si lo tenemos, parece que es inconsciente. En la mayoría de los animales migratorios, esta capacidad sensorial depende de cristales de magnetita biogénica, que son pequeños imanes bioquímicos y genéticos”, explica. Hay otra hipótesis alternativa reciente que sitúa la capacidad de magnetorrecepción en una proteína de los ojos llamada Cry4, un tipo de criptocromo. Pero, según Kirschvink, “no hay pruebas suficientes y no explica todas las observaciones tan bien como lo hace la teoría de la magnetita”. Mientras hablamos con Kirschvink, saca a relucir otro candidato a sexto sentido, el de la gravedad, que considera “un gran olvidado”. Cierto es que cuando Aristóteles describió los cinco sentidos, faltaban muchos siglos para el nacimiento de Newton, y el concepto de gravitacional le era ajeno.
Pero a estas alturas ya está bastante claro para Kirschvink “que la percepción de la gravedad es una modalidad sensorial separada, aunque deriva de células ciliadas igual que las del sistema auditivo”. Nos permite mantener el equilibrio y caminar sin darnos de bruces contra el suelo. Por otra parte, hay muchos investigadores que defienden que la termorrecepción, es decir, la capacidad de distinguir entre frío y caliente, también debería considerarse un sentido independiente, y no una cualidad del tacto. Y lo mismo piensan algunos sobre el dolor (nociocepción) y la percepción del propio cuerpo (propiocepción). Esto sumaría un total de nueve sentidos, que podrían pasar a once si se confirman el magnético y otro igual de polémico: el vomeronasal. Los seres humanos tenemos un órgano vomeronasal, es decir, una herencia del detector de feromonas que usan las hormigas para marcar el camino desde la comida al hormiguero, o las hembras de muchas especies para atraer a los machos cuando quieren aparearse y para regular otras muchas respuestas instintivas. Muchos científicos aseguran que este órgano es solo un vestigio evolutivo atrofiado. Completamente atrofiado. Otros no lo tienen tan claro, incluido Kirschvink. “Es cierto que los genes homólogos a los de los ratones son pseudogenes que nosotros no expresamos —admite—. Sin embargo, no sabemos aún si todos los genes relacionados con las feromonas están desactivados, y hay literatura científica que habla de comportamientos compatibles con la detección de algunas de estas sustancias”. Dice que es un tema controvertido, igual que lo es el sentido magnético humano, del que publicará pronto un artículo. “Muchos científicos piensan que el sistema de magnetorrecepción en humanos debe estar perdido, y que lo mismo pasa con el vomeronasal”. Pero también podrían estar ambos activos y enviando datos al cerebro “sin que seamos conscientes”. ¿Habrá algún día que ampliar el catálogo sensorial?
Fuente y más información en La ciencia de los 11 sentidos, escrito por Elena Sanz. Puedes leerlo en el número 450 de Muy Interesante.
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