sábado, 29 de abril de 2017

La circulación en organismos unicelulares y en plantas.






Los seres vivos están constituidos por células, tanto en los organismos unicelulares como en los pluricelulares, las células realizan funciones vitales, para lo cual necesitan sustancias como gases respiratorios y nutrientes; y como producto de estas se producen sustancias a las que llamamos desechos metabólicos. Nutrientes y Desechos, así como otras sustancias que los organismos secretan y para regulan funciones vitales, se movilizan a través de diferentes mecanismos; a esto se le llama circulación.

Circulación en organismos unicelulares.

En los organismos unicelulares las sustancias se movilizan por medio de movimientos del citoplasma que se conoce como ciclosis, las corrientes citoplasmáticas se generan alrededor de una gran vacuola. Las sustancias de desecho se expulsaran al exterior a través de difusión, ósmosis y transporte activo.

Circulación en hongos

Las estructuras multicelulares de hongos; como los champiñones y zetas; poseen estructuras denominadas hifas, cuyas paredes celulares tienen unos poros que permiten que el protoplasma fluya entre ellas por simple difusión.

Circulación en plantas

Las plantas son organismos autótrofos que fabrican alimentos por medio del proceso de fotosíntesis.  Para realizarlo, absorben agua, sales minerales y dióxido de carbono que son transformados en materia orgánica, por medio de luz solar, en presencia de pigmentos llamados clorofila.  Este proceso tiene lugar principalmente en las hojas de las plantas, por esta razón se requiere que los materiales necesarios, sean transportados hasta estos órganos.  De igual forma, una vez se han elaborado los glúcidos o almidones, es necesario transportarlos a todas las partes de la planta donde se necesitan, o donde serán almacenados.  El transporte tanto de la materia prima de la fotosíntesis como de los alimentos fabricados, es realizado mediante difusión o por medio de sistemas vasculares.

Circulación en plantas no vasculares

Plantas no vasculares son aquellas que no poseen sistemas especializados en el transporte de sustancias, como ocurre con los musgos y las hepáticas, debido a ello el transporte del agua y de sales minerales es realizado directamente por difusión a través de toda la superficie.  Este proceso puede producirse gracias a que los epitelios carecen de una cutícula impermeable que impida la entrada.   Al interior, el transporte de sustancias tiene lugar por simple difusión de una célula a otras, y en ocasiones, por transporte activo.

Circulación en plantas vasculares.

Estas plantas poseen sistemas vasculares que permiten el transporte de sustancias.  El sistema que transporta el agua y los minerales desde las raíces hasta las hojas se conoce como xilema y el sistema de tubos que transportan el alimento fabricado durante la fotosíntesis desde las hojas hasta las distintas partes de la planta se llama floema.  La especialización en cada tipo de conducto evita que la sustancia que se transporta por floema y xilema se mezclen.  La circulación en plantas vasculares  incluye procesos físicos  con funciones muy específicas como la absorción de nutrición, el transporte de agua y sales minerales (la savia bruta), el transporte de glúcidos o carbohidratos (savia elaborada) y la transpiración e intercambio de gases. 

Absorción de agua en las plantas vasculares. 

La raíz absorbe continuamente  el agua que las plantas necesitan para su nutrición.  La región de la raíz en la que se absorbe el agua se llama zona pilífera (rica en pelos radicales) y está formada por células epiteliales con pelos absorbentes, cuyas paredes son delgadas, de consistencia mucilaginosa (de apariencia gelatinosa) y carecen de cutícula lo que aumenta su capacidad de absorción de agua.  El agua atraviesa la membrana y penetra en los pelos por ósmosis.  Algunos factores como la temperatura, la aireación del suelo, la cantidad de agua y la capacidad de retención, afectan el proceso de absorción de agua.

La absorción de minerales en las plantas vasculares.




Las plantas incorporan minerales en forma de iones (partículas cargadas eléctricamente) como potasio (K+), sodio (Na+), magnesio(Mg2+), calcio (Ca2+) entre otros, disueltos en agua.  Este proceso se realiza mediante transporte activo, el cual requiere de la participación de enzimas transportadoras presentes en la membrana plasmática que introduce los iones en las células epidérmicas.

 Transporte de la savia bruta

El agua y las sales minerales, al penetrar en las células epidérmicas, reciben el nombre de savia bruta. Esta circula en el interior  de la raíz hacia el cilindro central del tallo en donde se encuentran los vasos leñosos que conforman el tejido leñoso o xilema. Estos vasos están constituidos por células muertas, denominadas traqueidas. Estas son huecas, cilíndricas, con gruesas paredes reforzadas por una sustancia denominada lignina y cuyos tabiques de separación entre células han desaparecido o están perforados. La savia bruta asciende por el xilema y llega hasta las hojas, en donde parte el agua se utiliza en la fotosíntesis y otra parte se elimina por transpiración.
En el transporte ascendente de savia bruta intervienen tres tipos de células presentes en el xilema: las taqueidas, los elementos de los vasos y las fibras. Estas células son capaces de transportar agua y minerales disueltos a muchos metros de altura, en contra de la fuerza de gravedad, en algunos casos, a más de cien metros de altura. Durante mucho tiempo se pensó que las plantas hacían esto  empujado el agua desde las raíces; sin embargo, actualmente se sabe que la savia puede recorrer estas grandes alturas gracias a los mecanismos de cohesión, tensión y presión radicular.

El ascenso de la savia

El agua (H2O) es una molécula relativamente sencilla compuesta por dos átomos de hidrógeno, que tienen carga positiva, y uno de oxígeno, que posee carga negativa. Debido a que las cargas de signos opuestos se atraen, el hidrógeno de una molécula de agua es atraído por el oxígeno de otra molécula, mediante puentes de hidrogeno. Este fenómeno se conoce con el nombre de cohesión.
De otra parte, cuando el agua asciende por los vasos conductos del xilema (traqueidas, elementos de los vasos y fibras), también se expone a otra fuerza llamada adhesión, que es la propiedad por la cual se unen las superficies de dos  sustancias, cuando entran en contacto, la cual se debe a las fuerzas que interactúan. Como la fuerza de adhesión es mayor que la de cohesión, el agua asciende por el vaso. Este fenómeno se conoce como capilaridad.
La fuerza de adhesión –cohesión, entre las moléculas de agua que se encuentran en el xilema es tan fuerte, que el agua se comporta como un “cable” que tiene una resistencia igual a la de un cable de acero del mismo grosor. Estas fuerzas de adhesión – cohesión, hacen subir la savia bruta, por la gran tensión que puede crear gracias a dos fenómenos: la transpiración y la capilaridad. A medida que el agua se evapora en las hojas por la transpiración, se genera una presión o tensión negativa y  en consecuencia, el agua asciende hacia las hojas, por los vasos del xilema. Esta tensión se transmite a lo largo del sistema vascular, desde las raíces hasta el tallo y hacia las hojas, haciendo que el agua se mueva como por un efecto de succión.

Fuerza de tensión y transpiración

En  la transpiración de las plantas, la salida del agua genera una fuerza conocida como tensión, que es capaz de “halar” toda la columna de savia que viaja por el Xilema. Entonces se impulsan las moléculas de agua que circulan a través del xilema hacia las células de las hojas y de ahí a la atmosfera. De  la misma manera, la tensión se transmite a través de todo el tallo hacia las raíces, donde permite que el agua pase por ósmosis  a través del suelo, hacia los tejidos de las raíces y de ahí, al xilema.

Transporte de la savia elaborada

Las moléculas orgánicas  fabricadas por las plantas, principalmente glúcidos como la sacarosa, forman la savia elaborada. El transporte de estas sustancias, desde los tejidos productores a todas las partes de la planta, tiene lugar en los vasos liberianos o tubos cribosos, y en las células acompañantes del floema.  Los vasos liberianos son células vivas, alargadas, dispuestas unas a continuación de otras, y cuyos tabiques de separación o placas cribosas están perforadas por poros, lo que permite la circulación de savia de una célula a otra. Los glúcidos y demás componentes orgánicos producidos en el parénquima clorofílico de las hojas pasan por transporte activo a las células acompañantes del floema y, a través de los plasmodesmos (conexiones citoplasmáticas que atraviesan la pared celular entre células contiguas), ingresan a los tubos cribosos. Se conocen actualmente dos mecanismos de transporte por floema: Un mecanismo pasivo y un mecanismo activo.


El mecanismo pasivo se basa en el flujo por gradiente de concentración. Según esto una diferencia de presión hace que el flujo vaya desde donde hay más sacarosa, es decir,  desde los órganos fotosintetizadores (hojas) hacia donde hay menos, o sea los demás órganos (frutos, tallo y raíces). El aumento de glúcidos en los tubos cribosos provoca la entrada de agua por osmosis a los plasmodesmos. Como resultado de la entrada masiva de agua, se produce un empuje de la savia elaborada hacia los órganos consumidores, donde pasa, por transporte activo, desde los tubos cribosos hacia las células que la requieren. 
El mecanismo activo se basa en la teoría de las corrientes intracitoplasmáticas. Esto plantea que muchos de los compuestos orgánicos pueden transportarse a través del citoplasma de los tubos cribosos con consumo de energía. El transporte de la savia elaborada es lento, ya que la luz de los vasos cribosos esta interrumpida por las placas cribosas, cuyos huecos pueden taponarse y afectar así el transporte. Del mismo modo, algunos factores como la actividad metabólica, la temperatura, la luz y el oxígeno aumentan la intensidad del transporte.

Transpiración  en las plantas

En las hojas de las plantas se realizan funciones vitales en las cuales son fundamentales los procesos de transpiración y el intercambio de gases, como se mencionó anteriormente, la transpiración es la perdida de agua por evaporación, que se produce en las hojas mediante difusión simple.
En la epidermis foliar se encuentran poros llamados estomas. Son estructuras que se ponen en contacto con el exterior de la hoja y los espacios intercelulares del interior. A través  de ellos se produce la mayor parte de la transpiración de la planta. Los estomas están constituidos por dos células en forma de riñón, llamadas oclusivas, entre las que hay una abertura u ostíolo, que conecta con una cámara subestomática.  Los estomas abren o cierran el ostiolo controlando, de este modo, la transpiración, la velocidad de transpiración está regulada por factores como la luz, el viento, la humedad relativa del aire y la temperatura. 
La luz produce un incremento en la reproducción de azucares producto  de la fotosíntesis en las células oclusivas que poseen cloroplastos. La elevada concentración de azucares provoca la entrada de agua en la célula por ósmosis, y por tanto, la apertura de los estomas durante el día. Por la noche los estomas se cierran al disminuir la concentración de azucares. El viento facilita la eliminación de vapor de agua cercano a la hoja e incrementa la transpiración. La humedad relativa del aire es inversamente proporcional a la transpiración. La temperatura es directamente proporcional a la transpiración. Las temperaturas elevadas aumenten la evaporación del agua, lo que en consecuencia, aumenta la transpiración.




Realice el crucigrama, en su cuaderno de apuntes.






Responda en el cuaderno las siguientes preguntas

Realice en el cuaderno, indicando la semana y fecha de actividad
1.-  Realice un gráfico que represente las estructuras del xilema y del floema
2.-  Que tipo de estructuras permiten la entrada del agua.
3.-  Que tipo de células y estructuras forman el Xilema y el floema
4.-  Como se explica que el agua y las sales minerales, que se absorben a través de las raíces, lleguen hasta las enormes alturas a las que se encuentran las hojas.



APA

Para quienes deseen recuperar notas o mejorar la calificación


Actividad opcional,  para quienes deban notas, y para aquellos que deseen aplicar los conocimientos
Materiales:
Las rosas, margaritas o claveles son las flores más recomendadas para llevar a cabo este trabajo, aunque si lo deseas puedes usar otras. Eso sí, mejor que sean blancas, porque absorben mejor el color.
Anilinas o colorante de cocina o pigmentos naturales. En un par de días, se aprecia como los bordes de los pétalos de las flores se tiñen del color de la solución que contiene el recipiente.
Vasos desechables o frascos pequeños para realizar la disolución.


PROCEDIMIENTO: Corta la flor por el tallo, cuanto más abajo mejor. Pide la ayuda de un adulto para el uso del cúter o bisturí. El cote debe ser en ángulo para que absorba mejor el agua. Llena un vaso con dos tercios de agua y diluye en él una cantidad de colorante de alimentos, hay que tener cuidado y no pasarse porque pueden resultar tóxicos para las plantas. La cantidad de colorante dependerá del grado de color que desees.
Introduce la flor por el tallo en el vaso y déjala en él dos o tres días, que es lo que suele durar el proceso de coloración. Deja la flor en un lugar adecuado, el que penetre algo de luz natural para que la planta, al hacer la fotosíntesis, absorba bien el agua
Elabora una tabla de observación donde registres los cambios diariamente.
Que tiempo le lleva a la flor, asimilar el color de la solución del recipiente.
Cual es el color que más fácilmente se asimila
Realiza un seguimiento fotográfico del experimento y presenta los resultados.
Como explicas que los pétalos de la estructura floral, cambien de color, por la sustancia en la que se introduce el tallo.


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